Hay que crear otra personalidad para ser uno buen crítico de nuestro propio trabajo, pero con algunas técnicas se puede hacer una buena revisión.
Primero, hay tener en cuenta que la lectura desde la pantalla es más lenta y dificultosa. Entonces, nuestra meta será lograr un texto efectivo: simple, compresible y breve.
También, recordemos que los textos web pueden ser vistos por cualquier persona (con o sin conocimiento del tema) por lo que hay que ser claros sin ser pedantes. No importa si el texto es de neurocirugía o la cocción de un huevo, hay que ser simple, sin dejar de información de lado.
Esto se logra al:
- eliminar la verborrea,
- elegir los términos más claros,
- utilizar oraciones cortas,
- saber puntualizar,
- agregar ejemplos y hechos para respaldar argumentos y
- seguir una lógica acorde al tipo de texto.
Es importante no utilizar palabras de las que no estamos seguros de su significado o su utilización. Un diccionario y un manual de estilo son buenos aliados.
En cuanto a la ortografía, nunca confiemos en el corrector ortográfico del Word. Es una herramienta, pero, está lejos de ser infalible. Por ello, imprimir el texto con dobles espacios no es mala idea. Si es posible, después de descansar la mente es útil leer en voz alta para detectar errores.
Será siempre bienvenida la opinión de otra persona, porque que una crítica sea constructiva dependerá de nosotros.
martes, 19 de enero de 2010
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